Estos momentos me
sobrevienen cuando menos lo espero, cuando estoy conduciendo con algo
completamente diferente en la cabeza. Así que, en cierto nivel inconsciente,
quizá también yo estoy buscando Hailsham.
Pero, como digo, no lo busco deliberadamente, y, de todas formas, a finales
de este año ya no estaré viajando continuamente de un sitio para otro. Así
que, con toda probabilidad, yo no se me aparecerá en ninguna parte, y,
pensándolo bien, me alegro de que así sea. Es como con mis recuerdos de
Tommy y Ruth. En cuanto pueda llevar una vida más tranquila, sea cual sea el
centro al que me destinen, Hailsham estará conmigo, a salvo, en mi cabeza, y
será algo que ya nadie podrá arrebatarme jamás.
Lo único que me he permitido en este sentido -y una sola vez, un par de
semanas después de oír que Tommy había "completado"- fue ir en el coche a
Norfolk sin ninguna necesidad de hacerlo. Quizá tenía ganas de ver todas
aquellas planicies vacías y los enormes cielos grises. En un momento dado me
encontré en una carretera en la que nunca había estado, y durante
aproximadamente media hora no supe dónde estaba, y no me importó lo más
mínimo. Pasaba junto a campos y campos llanos, anodinos, prácticamente sin
cambio alguno en el paisaje salvo cuando algún puñado de pájaros, al oír el
motor del coche, levantaba el vuelo desde los surcos. Al final divisé unos
cuantos árboles, no lejos del arcén, y conduje hacia ellos, y me detuve, y
bajé del coche. |
 |